Ante el fraude electoral en Venezuela

 

Las elecciones en Venezuela siempre han generado una matriz de opinión negativa puesto que todas han tenido resultados muy extraños, con ganadores que contravienen hasta las leyes, tenemos gobernadores que jamás han vivido en el estado que gobiernan, diputados totalmente desconocidos hasta para las regiones que representan y lo más absurdo es que aun con una tasa de rechazo alta, el presidente siempre es reelegido, no importa cuanta hambre y desorden cunda en el país, el estado siempre sale triunfador, de hacho hasta con una narrativa épica que parece dirigida a lavar cerebros en vez de felicitar al pueblo por tanta bondad al reelegirlo de modo indefinido sin importar mucho la cantidad de errores cometidos , la dramática situación de la corrupción de la que nadie escapa y que puede ser una medida de la miseria, acá desde el portero hasta el ministro, pasando por oficiales de todas las fuerzas así como a funcionarios de todos los ministerios donde por una cifra resuelven cualquier trámite que debería ser gratuito, sus medios (casi todos los medios) por supuesto, hacen  apología cada vez que atrapan a un funcionario en flagrancia , de hecho parece que la única forma de hacer denuncias es por medio de las redes sociales pues de otra ni te atienden, pero aun así siguen ganando elecciones de modo totalmente sorpresivo.

 La abstención como protesta silente

Cuando comencé a pensar en la posibilidades de que estuviesen haciendo fraude dejé de ir a votar, no importa como hagan el malabar para los números, siempre hay una discordancia entre la realidad y el panorama electoral, si no existiese la duda del fraude solo quedaría deprimirse y dejar al pueblo ser feliz chapoteando en su lago de estiércol cosechado por votos, al pueblo toca respetarles la decisión.  Cuando la ley es vulnerada por quienes la administran es complicado esclarecer nada, si por casualidad alguien logra desenredar la madeja , es acusado de conspiranoico, antipatriota, apátrida, mal ciudadano y hasta enemigo de la revolución, eso en muchos casos termina con un carcelazo sin juicio ni ley o el destierro sin documentos ni pasaporte, por tanto es una sentencia de pobreza (al menos para gente sin fortuna ni amigos generosos) , por tanto lo más sano es aguantar el chaparrón y huir a la primera oportunidad , con tus documentos en regla y quizás la dignidad intacta, desde el exterior hacer la campaña correspondiente que tampoco obtendrá frutos porque a nadie parece importarle o todos tienen miedo, la verdad no tengo idea.

El ocho de junio del año en curso los medios internacionales y algunos nacionales hicieron rodar la noticia de que Smartmatic había demandado al estado venezolano por la cantidad de mil quinientos millones de dólares, ¿la razón? ;

 “La compañía Smartmatic, que suministró la tecnología para llevar a cabo esos comicios, acusó a las autoridades electorales venezolanas de "manipular" los resultados para inflar la participación en medio de alta abstención.”

Lo que abre un compás de posibilidades en torno a su sospechada complicidad en el teórico fraude electoral, en principio esperé un revuelo mediático con diputados opositores entregando sus cargos, un escándalo de proporciones mayúsculas sacudiendo los cimientos del CNE, ante tamaña demanda que obliga a una empresa multinacional a aceptar que fueron cómplices en un gigantesco fraude ampliamente documentado además, no había que esperar si no un gran revuelo por parte de los muchos venezolanos que se han sentido frustrados, sin embargo nada sucede, lo más lógico es que todos los cargos de elección directa estén en peligro de perder sus curules , de hecho, la existencia de la demanda hace a todos sospechosos de complicidad y su silencio ya es garantía suficiente de culpabilidad pues quien calla otorga.

Qué hacer ante el fraude

Ante este panorama desolador siempre surge la pregunta; ¿y tú, que propones? , a la que irremediablemente llegan las mismas respuestas de testigos de mesa, auditorias, supervisión de actas y pare usted de contar cuantos actos inútiles se han probado hasta ahora, con la confesión de culpabilidad basta y sobra para constatar que los procedimientos tradicionales no funcionan cuando estamos ante el monstruo del CNE, cuyos tentáculos son inmunes a la buena voluntad de los movimientos (o partidos) políticos.

Visto ese panorama, la tecnología ha puesto al servicio de quienes recurran  a ella un sistema inviolable, no porque no se pueda es que si lo intentas todo se destruye por lo que no tiene sentido alguno intervenir, tal y como ya tienen por costumbre los altos jerarcas de la política contemporánea en Venezuela, el blockchain. Este es tan confiable que hay verdaderas fortunas convertidas en criptomonedas, lo que le otorga al menos el beneficio de la duda, pueden estafar a unos cuantos pero nadie puede forzar a instituciones financieras globales, con amplia experiencia en toda forma de fraude posible, equipos de abogados y contadores que sin mayor problema identifican y penan cualquier intento de estafa, por lo que deberíamos verlo con otros ojos.

En este momento hay varios países donde está funcionando este sistema, Corea del Sur, por nombrar uno, está implementando este sistema en sus procesos electorales para lograr dos cosas, en principio evitar la manipulación por parte de funcionarios que quieren eternizarse en el poder y por otra la disminución de costos, de hecho, una variante de este funciona para validar los títulos universitarios en varias instituciones asiáticas , un registro perdurable y confiable que no necesita intervención alguna del estado, sin tener que apostillar ni siquiera de más proceso de validación que una búsqueda en la red.

Desde hace un par de años he preguntado a varios actores políticos, diputados, candidatos y hasta columnistas de la fuente y todos niegan saber de qué estoy hablando, los más experimentados sueltan cualquier cosa tipo “estamos evaluando pero aun no es el momento” y difícilmente llega a concretarse reunión alguna para explicar en qué consiste, pero además todo apunta en que ni tan siquiera hacen una búsqueda simple en Google para intentar ver de qué va el proceso electoral bajo este sistema.

Si el problema está en la recolección de los votos y su posterior procesamiento, el blockchain puede resolver eso en tiempo real, es decir, si se hace como es debido , todos los actores pueden ver en la pantalla de su móvil computadora, tabla o televisor inteligente conectado a internet como van las votaciones, también se elimina la posibilidad de que agentes puedan infiltrar votantes multicedulados o cualquier otra forma de manipular pues solamente tendrán derecho a votar aquellos inscritos en el registro y debidamente acreditados con su huella digital por lo que el camino se despeja. El proceso además es muy barato si lo comparamos con toda la parafernalia electorera que acompaña a los procesos de votación.

Digamos que van unas elecciones regionales, el CNE levanta una data con los votantes, solo necesitaran la huella y la cedula que fungirá como el valor a intercambiar en el contrato inteligente que moverá el proceso electoral, eso se convierte en un Token (ficha) que quedará registrada en la base de datos, tal cual si de una criptomoneda se tratase, solo que se asigna en un sistema cerrado, cada uno de estos votantes tiene oportunidad de hacer una operación por un determinado número de partidos, solamente un voto válido , esta “transacción” será registrada por el Blockchain cerrando así un contrato inteligente que será registrado en el libro mayor y que no podrá ser alterado, por supuesto, todo esto que solo puede validar el CNE y que no acepta más cambios debido a la naturaleza del contrato firmado entre los votantes y el sistema , eso permite que las votaciones sean vigiladas de cerca por todos los ciudadanos, absolutamente estancas a cualquier trampa.

 ¿Qué se necesita?

Aparte de voluntad política, en apariencia lo tenemos todo y para colmo hasta una súper intendencia de criptoactivos que podría fácil generar la plataforma, por otra parte hacer un levantamiento de la data del CNE donde todos los votantes activos tengan un registro que será asociado al blockchain , la parte de programación la ofrecen varias empresas en el mundo (Una pequeña muestra encontrada en la red ) por lo que tampoco es un drama encontrar quienes puedan suministrar el servicio de adecuación de los sistemas existentes para  tal fin, así nos sacamos de encima la desconfianza y por primera vez en la historia nacional tendremos elecciones realmente libres de sospecha, eso haría de nuestra democracia un verdadero baluarte frente a todas las inconsistencias a las que hemos estado acostumbrados desde que somos una República.

Aunque parezca un sueño amañado por la psicosis de quien está siempre del bando perdedor, la verdad es que hay todas las posibilidades del mundo para poder obtener (al fin) el inicio del país que queremos, un sitio donde nuestra opinión valga y la de las mayorías sea todo o confiable que queremos pensar, ya no es tiempo de andar persiguiéndonos la cola , pensando que los estrategas tienen la última palabra, la demanda de Smartmatic ha dejado a INDRA (la empresa que suministra el servicio al CNE) desnuda en su constante ejercicio de fraude electoral y que no puede ser desmentido gracias a la inmensa burocracia gubernamental que la protege, si los partidos políticos de este país tuviesen un poco de dignidad investigarían el tema y lo propondrían como cláusula de honor para participar en las próximas elecciones , de no hacerlo son tan cómplices del desastre como quienes en teoría son sus adversarios políticos, aunque mi voto a fin de cuentas no es relevante ya que soy solo uno entre millones, no hay modo en el que vuelva a participar en un acto que se burla de mi credibilidad y la de los muchos venezolanos que asisten pensando en un mejor destino.

José Briceño 2022 



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