Muerte de la meritocracia, agonía de la educación

 

Desde que Chávez despidió a los trabajadores de PDVSA , en cadena nacional y con gran algarabía la palabra “meritocracia” cayó en el más profundo olvido , bastantes de los que hoy lamentan las condiciones laborales aplaudieron la practica en su momento, asumieron la posibilidad de ascender por la vía rápida solo por la confesión casi religiosa del credo socialista, todo bajo el supuesto de que hay mucha buena voluntad de hacer cosas y no todos tienen el curriculo para aspirar pero como son “humanitarios” y “populares” esta medida abre todos los cargos públicos que puedan ser postulados para cualquiera sin importar mucho el conocimiento académico del área , claro, hay académicos del área, como los economistas quienes parecen no dar pie con bola desde siempre acá en Venezuela, pero esa es una discusión para otro momento.


 

Hace casi veinte años, un profesor de la universidad donde trabajaba dijo  muy serio que el tiempo de los doctores había pasado, que ahora era el pueblo quien obtendría el poder, eso inició una discusión que quedó abierta y recién, hace poco menos de seis años, el mismo profesor, ahora colega me dio la razón, zapatero a su zapato, cada quien debería aportar lo mucho o poco desde su área de conocimiento, más o menos por la misma época sostuve una conversación con un ingeniero muy ducho en asuntos políticos quien detentó altos cargos hasta que el cambur (las influencias que le permitían postular esos altos cargos)  de la cuarta república se secó y salió de la administración pública , este me dijo que en realidad no es importante saber del asunto, para eso estaban los asesores, quedé con los ojos en blanco, si bien en la teoría suena bonito, en la praxis usualmente estos “asesores” no hacen más que obedecer a quien les paga con holgura así que cualquier delirio mesiánico o no será ejecutado sin importar los contras de tales medidas, cuando los cargos se otorgan por cuestiones políticas y no por conocimiento de los asuntos inherentes al trabajo lo normal es que ni el jefe sepa de que les hablan los asesores ni estos hagan mucho por convencer a los jefes de las burradas que cometen, para prueba máxima está PDVSA que de gran empresa ranqueada como la cuarta de su tipo a nivel global ya ni gasolina produce, la única explicación es que la quebraron por imbéciles.

Ahora bien, ese razonamiento da pie para conocer de cerca lo que sucede con la educación pública en este país, si vemos con detenimiento los únicos que están estudiando con holgura son los que hacen vida en las universidades privadas, hasta acá nada del otro jueves porque así funciona en todo el mundo la cosa, los pobres deben postular para becas de maestría para “limpiar” su currículo y ampliar las posibilidades de éxito para su título , acá hasta antes de la debacle chavista éramos (como país) un ejemplo por la excelente formación de los egresados universitarios, una molestia para todos los gobiernos anteriores y que los chavistas decidieron ahogar sin presupuesto ni apoyo, por supuesto en los últimos años ante el escenario de morir de hambre o de mengua muchos profesionales se fueron y por la misma razón muchos estudiantes abandonaron las aulas, si a eso le sumamos la crisis de los bachilleres que gracias a las gracias del chavismo no pueden ser aplazados en el liceo, tenemos muchachos que NO poseen las habilidades mínimas para ser estudiantes en universidades de calidad, acá voy a entrar en el terreno de las especulaciones , de todo lo anterior hay camiones completos de estudios que respaldan estas aseveraciones pero de esto último muy pocos hablan.

A la izquierda, quien se las sabe todas en ese asunto de lograr la desestabilización basándose en patrañas lógicas , que a fuerza de negaciones ha logrado instaurar la ilusión de que antes todo era peor cuando los que vivimos esas épocas podemos dar fe de lo contrario (nací en 1971 en una familia pobre) , ha visto desde lejos un par de asuntos, el primero es que las universidades publicas aglutinan demasiada gente inteligente que conoce la vida desde el lado de los pobres por lo que engañarlos es complicado, de hecho muchos son comunistas hasta que se gradúan y ven con horror que ser pobre no es ninguna maravilla, por otra parte ningún régimen sobrevive incólume con gente realmente preparada en las calles, entonces recurre a la idea de dejar a las universidades públicas en el olvido solo invirtiendo en la “educación” de los militares que con unos pocos egresados de otras pocas universidades privadas pueden tener especialistas que por desconocimiento o enchufamiento por pertenecer a una clase privilegiada pueden hacer las cosas que necesita la muy pequeña inversión privada, siempre bajo control del partido, una cosa sí como un semillero de enchufados, no son todos pero un buen número de esos cupos en las universidades privadas son ocupadas con los hijos de altos funcionarios que seguramente terminarán de pertenecer a su casta, integrando las masas  especializadas al servicio de quien así  lo demande, ni siquiera la Universidad Bolivariana sobrevivió a esa purga, un mal proyecto peor gerenciado ha muerto con más pena que gloria, entregando títulos sin valor que ni siquiera la administración pública recibe, trabajé más de diez años en distintas instituciones públicas y jamás me tropecé con ningún egresado de la UBV en funciones .

Visto de esta manera presta bastante la teoría , con mil egresados (entre todas las universidades privadas) se cubre la poca demanda con buenos sueldos, para lo demás están los muy pocos egresados de todas las universidades publicas cuyos grados en la mayoría de las veces , languidecen en una gaveta ante la poca practicidad de ejercer con tan bajos sueldos, para un profesor de liceo es más productivo vender cosas en mercado libre que vivir de su quincena, los de las universidades, magnos doctores con una dilatada carrera académica les toca hacer tesis para los muy flojos estudiantes latinoamericanos , quienes tienen más ingresos estudian otro idioma y laboran via online con cualquier patrono, nada de eso es malo pero si lo ponemos en la escala nacional es terrible, el progreso solo llega a unos cuantos.

El primer acto de corrupción es asumir un cargo para el que no se está preparado, bajo esa lupa habría que instalar más cárceles para meter a casi todo el aparato gubernamental, por otro lado la perfidia de los procedimientos crueles disfrazados de humanismo han dejado todo un cementerio de buenas ideas sepultadas por la necedad oficial de control, abriendo paso además a toda clase de mafias que naturalmente florecen ante el panorama. La muerte de la meritocracia fue el decreto a muerte de la educación y la formación, solo necesitas ser un muy buen militante que defienda lo indefendible para recibir alguna propuesta laboral  sin importar mucho si sabes o no, lo  importante son las fortalezas militantes que para el sueldo están los negocios asociados que siendo irregular tampoco es delito, una vielta administrativa para que los jerarcas se paguen y se den el vuelto sin que nadie pueda señalarlos por eso, el tamaño de lo saqueado solo será proporcional a la carrera administrativa del buen militante, por eso a los gobiernos socialistas no les importa la educación y hacen tan buen trabajo destruyéndola con alegatos “humanitarios”.

Prof. José Briceño

01/02/2023

 

 


 

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