El Psuv y su telenovela pospandemica

 

Creo que  el problema venezolano es que durante cincuenta años (o más) fue presa de mucha telenovela rosa, esas donde la pobre, virginal y abnegada muchacha es pretendida por un macho alfa lomo plateado descendiente de una familia millonaria que durante 800 capítulos acosa a la virgen protagonista, claro, en la trama la joven debe ir presa, quedar paralitica o ciega, mientras la suegra millonaria se asocia con la aspirante de clase alta que estaba comprometida con su retoño, todo un cumulo de maldades que en el capítulo #795 comienzan a salir absurdamente mal castigando a todos los malos y premiando a la muchacha con un matrimonio feliz lleno de hijos. Por supuesto, la exposición a toda la telenovela (en principio radionovela) debe haber pasado directo a la psique nacional, muchos niños y niñas crecieron acompañando a madres, tias, abuelas y madrinas a ver las telenovelas en emisión estelar, la cosa era 2 horas a mediodía con algún drama menor y la noche con la estelar, tres horas al día se paralizaba el país desde los años cuarenta (solo para no extenderme mucho) hasta la agonía y muerte de la televisión nacional a mediados del primer decenio del siglo XXI , esto porque se apareció el cable a precio decente, aunque imagino que mucha de la población no pudo sumarse a la televisión satelital y quedó presa de las telenovelas como parte del entretenimiento.

Ahora bien, esta presunción solo es un invento personal que no está basado en ningún estudio de mercado ni análisis social, de hecho, mi mujer, que es antropóloga seguramente se enfurecería con este texto, los profesionales de las ciencias sociales tienen herramientas de análisis social mejor organizadas que las de un profesor de castellano egresado de la UPEL Maracay quien no tiene el menor animo de ser analista de nada, sin embargo las noticias de este fin de semana más el abultado número de informaciones políticas y sociales de los últimos años me han llevado a sacar algunas conclusiones. Durante mi juventud, allá en el siglo XX fui un tipo cualquiera, lo normal, amigotes, fiesta, playa y licor, cuando llegó el momento de ponerme serio y buscar oficio tuve una breve pasantía en una escuela militar para después encontrar mi espacio feliz en la escuela de artes visuales y terminar siendo fotógrafo, con todo lo que la bohemia ofrece, que no son precisamente cuentos para los hijos, al menos no mientras son pequeños, que cuando sean adultos ya es otra la historia.

Este año he venido mirando de cerca cómo va la cosa política en Venezuela, haciendo un esfuerzo sobre humano para pensar como los budistas, no tiene sentido amargarse por cosas que no están en mi control, ya encontrarán el camino que mejor les guste, debo manejar solo lo que tengo controlado que siendo poco ya tiene su complicación y si me estreso  por los demás la cosa se pone álgida y ya los ansiolíticos dejaran de ser suficientes para intentar pasar el día con lucidez. Pero hay una cosa que me preocupa flota en el aire una especie de cruzada moral que crece en la sombra , se aprovecha que ese es el único conflicto que haría rechinar los dientes de casi todos, además, sumado al espíritu novelero del venezolano promedio seguramente le debe haber dicho a los “asesores” que es el momento, por ejemplo, este fin de semana se corrió la noticia de que un alto funcionario de la policía fue descubierto masturbándose en su oficina , hacia sexting con una militar bellísima, realmente sería muy complicado rehuir tal compromiso con ese mujeron , tanto más si fuera de horario laboral la cosa dejaría de ser virtual para volverse real, pero hay un par de asuntos que me incomodan ; el primero ¿algo tan privado como el sexo virtual es punible?, de ser eso soy reo de múltiples eventos con diferentes novias desde que tengo Smartphone (hace rato) así mismo seguramente más del 80% de quienes son ciudadanos digitales lo han hecho al menos una vez en su vida, por tanto no hay crimen, si acaso una gran jodedera pero nada más, la otra ; ¿en serio un policía de alto rango se cae  así de fácil? , ¿quien lo habrá espiado?, ¿quien difundiría eso y como te caes conociendo el grado de espionaje, contraespionaje, recontra espionaje hasta pensar que esa mujersota no puede andar sin madrina por ahí suelta?, cualquier general le debe tener la vista puesta (y vaya que tiene que verle a la muchacha) por lo que sería una acción suicida por parte de un alto funcionario caer en esa burda trampa.

Teniendo a mano tantas inteligencias artificiales que pueden hacer cualquier cosa solo con darle instrucciones, no sería nada complicado fabricar el evento y presentarlo como una gigantesca transgresión a las buenas costumbres, es más, puede que los funcionarios solo sean cabeza de turco para hacer una gran alharaca de un evento que si acaso avergonzaría al pobre policía con sus vergüenzas expuestas al escarnio público. El asunto de fondo es por cual razón alguien está ahora inventando tales cosas, vale, la novelería venezolana es solo comparable con su mojigatería, quizás fue un globo de ensayo porque horas más tarde presentan como la gran noticia es que pusieron presos a 30 hombres que compartían una orgia, ¿de cuándo acá hacer con tu cuerpo lo que te da la gana es pecado? ¿de dónde salió tanta moralina?.

La única respuesta que se me ocurre es pensar que el estado ante la consternación que le causa estar en el peor momento político desde el 2014 y del cual cada vez que parecemos respirar algún idiota economista imbécil inventa un nuevo impuesto, transacción, prohibición y pum, otra vez al foso, la solución populista es empezar a inventarse pasiones puritanas, tanto así que el hijo  del presidente y algunos gobernadores ahora son evangélicos, como cosa más rara aún se alían con musulmanes. Era la gota que derramó el vaso, en doscientos años de historia republicana, donde los primeros cien se cayeron a tiros por quítame estas pajas, un país tan loco que un hombre lleno de hijos nacidos fuera del matrimonio, algo evidentemente pecaminoso para la época, llegó a tener un título nobiliario del vaticano con el añadido de que ese título era heredable, vaya usted a saber quién de los muchos descendientes del general Gómez ostenta ese título de Conde en alguna parte del mundo, nunca ninguna guerra comenzó acá por motivos religiosos, sin embargo esta gente  la está provocando.

Imaginemos a los evangélicos prohibiendo el matrimonio civil, los LGBT que alguna vez apoyaron al PSUV ahora perderán sus sueños de matrimonio igualitario, los defensores del cannabis se quedaran con los crespos hechos y las uniones de hecho nunca jamás serán reconocidas, esto además significará que un montón de  gente será evaluada no por su conocimiento, lo serán por sus preferencias sexuales, esto por encima, que si nos ponemos profundos la cosa pinta menos bien. Seguramente una mañana comenzaran a cerrar las tiendas esotéricas, a poner preso a cuanto santero encuentren mal parado, los jefes del consejo comunal denuncian a los fornicadores, marihuaneros, gente que vive en pecado, los pederastas y además a las prostitutas, aunque hay mucha vieja que gozará con el espectáculo y mucho imbécil aplaudirá la limpieza moral sin saber que el próximo puede ser el mismo, los fanatismos religiosos son un retroceso total, como no les funcionó con la santería ahora vienen aliados por los evangélicos.

Aunque no puedo dejar de ocultar el fresquito que me entra de pensar que en algún momento no muy lejano desaparecerán del metro los pastores evangélicos y que de existir dejaré de estar solo en mi cruzada por reclamarles su grosería, creo firmemente en la libertad de cultos pero también esa libertad debe estar restringida a sus espacios , no forzarme a sumar a la tragedia de usar el metro tener que escuchar a un señor o señora escupiendo imbecilidades durante todo el viaje, siendo además defendidos por que “es la palabra de dios” , también debo confesar el miedo que me da caer en una inquisición siglo XXI , cuando cualquier acusación vía redes sociales se toma como ley  , en regímenes religiosos los pecados terminan siendo crímenes y todos somos sospechosos , nunca faltaran imbéciles dispuestos a denunciar supuestos crímenes que la policía resolverá en tiempo record mientras los verdaderos criminales se jactan de su impunidad.

Aunque no soy científico social ni pienso serlo creo que las telenovelas le hicieron más daño al país que la nefasta izquierda, solo así se explica cómo en pleno siglo XXI seguimos ocupados de boberas mojigatas cuando en el fondo somos el país más desorganizado del continente, tan desordenado que ni siquiera la inquisición pudo hacer nada acá con una heroica historia de curas envueltos en cadenas y devueltos al rey por necios, pero en pleno siglo XXI hay una cuerda de necios que se aprovechan de la novelería nacional ara hacer escándalos innecesarios solo para seguir aferrados al poder, lo peor es que nadie más levanta la voz para decirlo, imagino que les da pena que a alguien se le ocurra señalarlos con el dedo y acusarlos de cualquier cosa hasta con la posibilidad de fabricar pruebas con Midjourney o cualquier otra IA, asi se compruebe su falsedad las redes sociales se ocuparan de ser jueces y causas, destrozando la reputación de cualquiera solo por la estupidez de “seguir los preceptos cristianos/budistas o de cualquier naturaleza”, los estados fundamentalistas son cárceles inmensas y acá, con tanto esbirro con ansias de poder cualquier cosa es posible.

José Briceño

25/07/2023

 

 


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