El legado de Richard Nixon en Venezuela
Este siglo XXI ha dejado en claro que las únicas leyes (al parecer) realmente justas y ajustadas al respeto social son los Diez Mandamientos, el resto parecen ser fabricadas para mantener al ciudadano dócil, tengo rato pensando en ello y no fue hasta hace unos años que tropecé con información sobre cómo algunos alucinógenos son en realidad la cura para la locura, pero están prohibidos desde el año 1969, en que al presidente gringo Richard Nixon le dio por demonizarlas y con ello arrastró a todos sus aliados, globalizando la condena a una sustancia natural que , para la época, ya había demostrado una eficacia superior a la farmacopea convencional, además estaban en proceso varios estudios para demostrar los beneficios que adquiría una persona utilizándolos del modo correcto.
Entre los beneficios actuales de Google está el acceso a información, asunto que antes no estaba a disposición gracias al limitado acceso documental a las fuentes, una suerte de censura globalizada e institucionalizada, solo puedo imaginar a Nixon aterrorizado ante la posibilidad de que sus ciudadanos alcancen un grado más alto de inteligencia, la inteligencia (según mis profesores de la universidad) es un proceso siempre en crecimiento, eso solo depende del interés de quien quiera ejercitar las neuronas, por tanto hay una pequeña porción de la población de cualquier parte que estará dotada de una inteligencia más arriba del promedio, en un país de doscientos millones de habitantes ese pequeño porcentaje es más que suficiente para cubrir las siempre escasas vacantes en cargos de alta responsabilidad, a pesar de lo que se puede pensar debido a nuestra percepción, en un país donde hay 358 parlamentos que van desde los invisibles hasta la asamblea nacional parece que hay trabajo de sobra para hacer política, en USA no creen procedente tener ciento cincuenta millones de gentes muy inteligentes, esa es la pesadilla de todos los políticos, la gente inteligente sin depresión ni ansiedad, terminan gobernando ellos inteligencia mediante, los obligaría a ser todo lo racionales que se espera de ellos, cien millones de deprimidos y ansiosos son un capital político valioso en extremo, había que neutralizar las drogas.
En el año 1969 Nixon decretaba la guerra a las drogas, cincuenta y tres años más tarde, un sistema político que dice odiar el imperio, basa el 90% de su acción policial a perseguir, reducir, controlar el flagelo de las drogas en nuestro país, no sé si el fracaso es una suerte de súper éxito o mi visión está muy sesgada pero no veo por ninguna parte mejoría alguna con el tráfico de drogas, sigue siendo un negocio que no paga impuestos, cuya naturaleza ilegal lo hace sensible a ser oficio de malandros con toda esa violencia asociada con todo lo ilícito pero muy productivo. No me voy a poner intenso con el cannabis, eso lo dejo para otra ocasión, hoy estoy hablando de hongos mágicos, que resultan ser (según la literatura) una panacea que nos hará hasta perder el pánico al odontólogo. Actualmente están siendo utilizados para tratar adicciones severas a sustancias malignas como las drogas químicas y el alcohol , tan contundentes argumentos han logrado la despenalización en muchas partes del mundo, con ello , la industria farmacéutica cuyo estatus de traficante de drogas legales avalados por un ejército de científicos que acreditan, dosifican y administran el veneno adictivo que se expende en farmacias de todo el mundo , viendo el fracaso estrepitoso de todas sus pseudocuras que en los casos psiquiátricos parecen ser un desastre pues no curan, enmascaran los síntomas desde el propofol hasta el bromazepan pasando por toda una gama de medicaciones que si bien ayudan en ningún caso son la cura, hasta ellos están interesados en producir medicamentos basados en Psilosibyna (sustancia psicoactiva) para tratar un sinfín de enfermedades asociadas a la psique humana.
Ni siquiera es necesario el viaje, con micro dosis la depresión y la ansiedad pueden desparecer tras tres meses de tratamiento, si se usa en la cantidad suficiente para producir efectos alucinógenos es factible que necesites incluso menos exposición a la sustancia, no produce adicción, es natural y hasta barata pues crece de modo silvestre, pudiendo incuso ser cosechados en casa, algo al alcance de muchos, revitalizaría la medicina y en pocos años la depresión , la ansiedad y otros males asociados al sobresalto de estar vivos desaparecerían por ensalmo, dejando la realidad a pocos casos realmente serios donde la química cerebral y no la realidad sean los culpables. La gente que no se deprime ni es presa de su ansiedad (sin importar su origen) piensa con claridad, puede ser que tome malas decisiones pero en ese caso estará claro en que es su culpa, la calma nacida de no dejarse apabullar por ninguna situación que no lo merezca es desde siempre causal de triunfo, quien está tranquilo por lo general encuentra salida a cualquier situación, no cae en negativas gratuitas ni deja de investigar para aprender cómo ser más efectivo en lo que sea haga, aunque eso es un arma de doble filo porque los inteligentes muchas veces también son malvados, al menos queda el consuelo de que sus reinados no duran mucho.
Las leyes no siempre son diseñadas para resguardar tu libertad, todas están diseñadas (al menos en gran parte de su contenido) a ser garantes de que serás fiel súbdito de tu gobierno, eso queda al descubierto cuando ves como en otras partes del mundo están experimentando como locos debido a la despenalización de su uso, donde es legal las universidades están documentando todos los efectos benéficos de su uso, mientras en otras partes ni siquiera es legal nombrarlo en voz alta, así lo recojas directo del campo donde lo encontraste , si te cazan con hongos vas preso , lo que en ningún escenario es buena experiencia, no hay estudios, ni artículos que valgan, las leyes en otro sitio son justas según la medida de ellos, la nuestra es otra, está prohibido y eres un criminal solo porque las leyes así lo expresan.
La justicia lo es en función de lo que benefician a su población, cuando comienzan a ser injustas terminan siendo condenas exprés para los ciudadanos. Asunto curioso en Venezuela donde se declaran anti imperialistas, alérgicos al pitiyankismo, cuyo enemigo máximo es los Estados Unidos pero que siguen a pies juntillas el legado de uno de sus presidentes más famosos (por lo que fuere), no sé, quizás flexibilizar el acceso a la salud debería ser un ejercicio de soberanía , asuntos ininteligibles de la política venezolana.
José Ramón Briceño
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